Futuro de interiores




Hablaré sobre el futuro, y como esta situación que estamos viviendo será recordada por todos nosotros y se recopilara en los libros de historia, además, también me gustaría resaltar como esta pandemia va a afectar a la economía mundial, ya que, la mayoría de países del mundo se encuentran en cuarentena y me da a mí que tendremos que seguir así por lo menos un mes más; esta pandemia afecta en la economía en que hace que sea imposible el turismo, que haya que habido que cerrar casi todos los edificios públicos, cerrar empresas, reducir el transporte…, en resumen va ser una de las mayores crisis económicas de la historia a nivel mundial.


Hoy me gustaría reflexionar sobre toda la falta de información y lo poco que se sabe acerca de lo que pasará con los alumnos de segundo de bachillerato de toda España. Este tema es algo que personalmente me preocupa bastante ya que no tenemos ningún tipo de información sobre que va a pasar con nuestro futuro y sobre cómo va a avanzar el curso. En el día de hoy se ha hecho oficial algo que era prácticamente obvio que iba a suceder, se ha alargado el estado de alarma. Con esto los alumnos vamos a estar 1 mes prácticamente trabajando desde nuestras casas, algo que puede afectar muy gravemente a nuestras calificaciones y sobre todo a nuestro conocimiento de la materia, ya que no tenemos la tecnología suficiente como para poder llevar bien las asignaturas. Todo esto suponiendo que no se prorrogue aún más el estado de alarma, lo que supondría perder casi el tercer trimestre entero.
Realmente creo que somos uno de los grupos más afectados en toda esta situación, porque no sabemos nada de lo que nos puede llegar a pasar de aquí a dos meses, o incluso qué va a suceder con la EBAU. Además, los profesores tampoco tienen ningún tipo de información, lo que complica también mucho el desarrollo del curso.
Un hombre con mascarilla pasa por delante de un cartel con indicaciones sobre cómo protegerse del virus, en las calles de Nápoles, el sábado.Espero que en unos años al echar la vista atrás recordemos esto tan solo como una anécdota, pues significará que no se habrá repetido.Estoy segura de que una experiencia así nos ayudará a ser más solidarios,empáticos y apreciar más las cosas del día del día.No creo que nadie vaya a ser capaz de olvidar algo así y será algo que temeremos que ocurra otra vez,por ello tanto nosotros como los gobiernos serán mucho más precavidos en los temas de sanidad en cada país.Estoy segura de que es algo que pasará a la historia mundial y de España,que se convertirá en un estándar para los de segundo de bachillerato en la ebau y si no lo vivieron nos preguntarán por aquella época

A veces me paro a pensar en qué pasará con nosotros en un futuro, en cómo contaremos esta situación que estamos viviendo actualmente. Pero sin ir más lejos lo que más me preocupa es este curso, ya que es un fastidio tremendo lo que nos está pasando. Lo mismo al año que viene cuando todo haya pasado pienso que es una tontería la preocupación que tuve en el pasado pero ahora no me lo puedo quitar de la cabeza. Lo único que no se sale de ella es la idea de que vamos a perder este año y que vamos a tener que repetirlo otra vez. Aunque por otra parte quiero asimilar el hecho de que perder un año más estudiando tampoco es para tanto, ya que no es algo perjudicial para la salud ni mucho menos. Y no solo me refiero a esto en concreto, sino también al tema de la EBAU, que no se que pasará al final porque cada día sale una noticia distinta y no se sabe de qué fuente fiarse y de cuál no.
Un trabajador sanitario se pone su equipo de protección personal (EPP) antes de entrar en la zona roja de un centro de tratamiento del Ébola (ETC) apoyado por MSF, donde atendieron a los pacientes el 6 de noviembre de 2018 en Bunia.
Hoy es un día como otro cualquiera de cuarentena, pero cada día que pasa me doy cuenta de algo más, pero de lo que realmente no me he dado cuenta todavía, es que lo que estoy viviendo es algo histórico, y que comentaremos con gracia a nuestros familiares más pequeños dentro de 20 años, que nos preguntaran con curiosidad sobre como lo pudimos llevar y sobre todo, espero, con admiración y orgullo del trabajo que se puede llegar a hacer si una sociedad se une.
Me encantaría que las generaciones que vengan después de nosotros ya en un tiempo más lejano, cuando todo esto haya acabado, que sirva de aprendizaje para ellos también, sobre lo que sí y sobre lo que no se debe hacer antes situaciones de este tipo, y que no siempre hay que pensar en uno mismo, siempre hay una parte en la que tienes que empatizar, algo que hoy en día falta en muchas personas, ya que estamos en una sociedad en la que se propaga la peor “pandemia” en mi opinión, el egocentrismo.
Estoy escribiendo esto a altas horas de la madrugada, pensativo, reflexivo, "rayado", cómo quieras llamarlo, pero sin poder dormir. Me estoy dando cuenta de que lo peor de esta cuarentena para mí y seguramente para muchos no es el aburrimiento, no es no poder salir a dar un paseo, ni siquiera el no poder hacer todo lo que tenía planeado para estas fechas. Lo peor es la necesidad de ver cara a cara a las personas que quieres, personas que quizás no te habías dado cuenta de lo importantes que son para tí hasta que te paras a reflexionar sobre que llevas solo una semana sin verlos y te dan escalofríos solo de pensar que aún quedan muchas más. Personas con las que quizás ahora mismo hables todos los días pero aún así sientes la necesidad de estar junto a ellos, sea por la razón que sea, pero sientes que necesitas verlos. Al principio de la cuarentena no pensé que me fuera a pasar esto, y menos tan pronto, ya que en vacaciones quizás estoy mucho tiempo sin ver a esas personas pero no me pasa lo mismo. Debe ser que el hecho de no poder salir de casa quizás nos hace más propensos a reflexionar, bien debido al aburrimiento o bien debido a la capacidad de la mente de imaginar lo que nos podría deparar el futuro las próximas semanas...
El coronavirus , una pandemia, un hecho que hará mella en nuestra mente, en un futuro podremos contar a nuestros hijos cómo fueron las semanas o meses encerrados en nuestras casas, sonará a Apocalipsis y quedarán bocabiertos , nos preguntarán como pudimos sobrellevarlo, en cambio, si lo miramos desde otra perspectiva, puede que no lo den importancia, podría ser que en ese futuro, nos encontremos consumidos por las tecnologías y el hecho de quedarse en casa , por desgracia, esté totalmente normalizado. Sinceramente, molaría ver una película o “mini serie” en Netflix sobre esta situación, llevada al extremo, que describiera lo que podría haber pasado si no hubiéramos obedecido las normas del Gobierno, en el que seguramente, se produciría un caos. Si esto ocurriera, seguramente nuestros futuros hijos si que estarían aún más anonadados, la situación iba a parecerles de lo más surrealista, pero lo que no sabrán, es que siendo una película o no, también lo fue para nosotros, surrealista, vivimos nuestra propia película.

Personal sanitario del Hospital Arnau de Vilanova descansa unos minutos ante la puerta de urgencias, hoy durante el sexto día del estado de alarma decretado por el Gobierno.EFE/ Manuel Bruque

He estado pensando en qué pasará en un futuro, ¿puede volver el virus y aún no tener vacuna? ¿puede qué se repita ésto? Tenemos tantas preguntas y tan pocas respuestas, no sabemos si saldremos adelante en el tiempo previsto. He pensado en el caos que será cuando todos podamos volver a salir, y las multitudes que se formarán, ¿Y si actuando así se repite lo que está pasando actualmente?




Ahora mismo, tal y como está la situación lo último que podría imaginarme es como repercutirá esto en el futuro. Hasta ahora todo era lineal, te atrevías a hablar de los siguientes meses sin ningún miedo y sin pensar en que algo pudiese cambiar. Ahora hablar incluso del día siguiente es muy complicado. 
A pesar de esto, podríamos decir que es obvia la repercusión económica que esto tendrá en nuestra sociedad y que tendremos que aprender a vivir con menos que antes. Pero sinceramente esto no es lo importante porque todo estará compensado con el momento de volver a la normalidad y de poder mirar al futuro sin miedo y con certeza de que todo lo que ocurra o al menos la mayoría será resultado de nuestras acciones y no de algo superior.

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