Pensadores
He estado leyendo sobre distintas teorías filosóficas aplicadas al virus y a todo este confinamiento y de las que más me ha sorprendido para bien o para mal es la de Slavoj Zizek el cual afirma ``El coronavirus podrá expandir el virus de una sociedad alternativa en cooperación y solidaridad global´´.
Esta afirmación defiende que debido a esta situación va a existir un momento de solidaridad instantánea al estilo de Rousseau, pero sin embargo hay detractores de esta teoría que a su vez defienden la teoría de otro filósofo oriental llamado Byung Chul Han el cual en resumidas palabras, piensa y defiende que este confinamiento hará más fuerte al capitalismo y que la ``solidaridad´´ que actualmente se plantea no es solidaridad como tal, sino un acto para beneficio individual.
¿Quién será el acertado para esta pregunta?
Hoy he pensado en que si supuestamente llevamos en casa más de una semana
encerrados sin contacto con el exterior, porque el virus se sigue extendiendo. No
encontraba la respuesta hasta que una tía, que es policía me llamo para
preguntar como estábamos.
Habló
de su trabajo y me contó que en una hora había multado a dos personas, una de
ellas había ido a comprar un paquete de harina que llevaba dos años caducado y
la otra había salido a sacar la basura a cinco kilómetros de su casa.
Probablemente
esa persona no camina cinco kilómetros ni cuando se lo permiten. Entonces he
llegado a la conclusión de que nos contagiamos porque somos caprichosos por
naturaleza, no nos molesta estar en casa
sin salir, nos molesta que nos hayan obligado a estar en casa sin sal.Esta crisis puede ayudarnos a reencontrarnos con la naturaleza y sacar lecciones positivas de la pandemia, por ejemplo; las nuevas tecnologías nos permiten comunicarnos desde nuestros hogares por motivos laborales. O que los viajes de placer son más placenteros cuándo llegamos a nuestro destino sin prisas, admirando el paisaje desde la ventanilla de un coche y disfrutando. He podido observar con ansias las calles, el cielo, los árboles, el sol. El ser humano, comienza a valorar la naturaleza, porque se les ha sido arrebatada, esto puede llegar a producir una obsesión sana, que haga abrir los ojos a la población de que valore el medio ambiente, proporcionándoles la lección de que si seguimos contaminando, destrozando el planeta, esa naturaleza volverá a ser arrebatada y puede que no haya vuelta atrás.
Me he dado cuenta de algo que ya veía venir, y es que
tenemos un gobierno, que no sabe ni por dónde tirar en esta situación que
estamos pasando.
También veo una gran incertidumbre sobre cómo va a ir
nuestro curso escolar, pero no pinta nada bien, porque ya como mínimo vamos a
estar en casa hasta que finalicen las clases presenciales, es decir, que ya no
vamos a pisar más los suelos del instituto en un tiempo, o eso dicen al menos.
También es impresionante la cantidad de bulos informativos
que se forman en muy poco tiempo, y a su vez, se desmienten muy rápido, ciertas
personas tienen mucha imaginación.
A su vez, se dice, porque ya no sabe uno si creérselo o no,
que un científico Francés, ha conseguido llevar a cabo una vacuna contra este
virus con un éxito del 90%, pero no saben cuánto tardará en repartirse por todo
el mundo, ya que hay que “fabricarlas” y
por lo que se ve es un proceso que requiere un largo periodo de tiempo.
Desde que empezó la cuarentena me estoy leyendo el libro de Isabel Allende La casa de los espíritus, trata de una familia en la que Clara es una mujer especial que desde pequeña desarrolla ciertas habilidades como mover objetos con la mente, hablar con fantasmas y anticipar tragedias como la muerte de sus padres. En el libro se aprecia que los más tenebroso y horrendo son las violaciones, las artes oscuras y el espiritismo, las diversas muertes, pero realmente lo peor de todo somos nosotros mismos porque las creamos y las alimentamos. Al igual que hoy en día podemos observar como nos da pudor el hecho de ser infectados por el virus, o despedidos por un ERTE, cuando somos nosotros mismos quienes llevamos esta situación al extremo sin reparar en la influencia que tenemos. Por eso mucha gente se salta el aislamiento enfrentándose con los vecinos y la policía, porque no toma conciencia de todas las consecuencias que eso puede conllevar porque al no verlas instantáneamente se creen que en verdad no existen. Somos todo y deberíamos aceptarlo lo antes posible
Por supuesto que este periodo de crisis biológica mundial
es un tema de máxima prioridad en nuestras vidas. Todos estamos inseguros y expectantes
ante esta situación de futuro incierto pero a pesar de ello, me estoy
percatando de que los medios de comunicación y las propias personas no conseguimos escapar del tema “Coronavirus”.
Entiendo que es una situación única, puntual, que no
se esperaba y que, además, es grave pero, aun así, me pregunto si quizás, por
esta misma, no le estamos prestando suficiente atención a otros sectores que también
son importantes, es decir, si acaso no estamos opacando otros temas por culpa
de esta crisis.
No quiero que se malinterpreten mis palabras,
obviamente esta situación es lo primero pero parece que estemos convirtiéndolo en
lo único existente, y si, el mundo está en pausa pero no se ha acabado y pienso
que siguen existiendo asuntos que deberían preocuparnos también
Me parece que después de tantos días de hablar de muerte, empezamos
a deshumanizarla. Hablamos de fallecidos como si nada, no pensamos en
las familias que están detrás, que ni siquiera pueden estar a su lado en
sus últimos momentos, no pueden despedirlos, ni acompañarlos, ni
enterrarlos. Es triste ver como en Italia los camiones del
ejército salen con los féretros, porque los cementerios de sus
localidades están llenos, lo que lleva todavía más al desarraigo.
Hoy
nos hemos despertado con que en la comunidad de Madrid las funerarias
no dan a basto y se instaura como morgue el Palacio del Hielo.
Sin
duda a los psicólogos les queda un gran trabajo por delante, cuando
tantas personas no pueden cerrar adecuadamente su proceso de duelo.
¿A qué estamos esperando? Quizá a que se resuelva solo o seguramente ni nos importe el problema y solo estamos esperando a poder volver a nuestra rutina de estos meses últimos. Pero tampoco le veo lo malo a todo esto, salvando las distancias de no poder salir de casa y ver a quien quieres. Y justamente de esto quiero hablar, de la presión de mi grupo con salir, para luego hacer nada, verlos fumar y hablar de las mismas chorradas de siempre. Ahora con la excusa de la cuarentena hay tiempo suficiente para todo aquello que antes no se podía, y ¿nos vamos a pasar la cuarentena llorando por no poder hacer los planes aburridos de siempre? En algún momento, y ahora es el más idóneo, tenemos que darnos cuenta en que invertimos nuestro tiempo, porque ahora no lo vemos, somos muy jóvenes, pero nunca vuelve. Somos gente de costumbres así que en el futuro volveremos a llorar por los esos planes. Así que si echas mucho de menos a TODOS tus amigos y a TODOS esos momentos, te repito la pregunta, ¿a qué estas esperando?
Hoy vengo a hablar con vosotros sobre nuestros pensamientos, lo que hay
en nuestra mente y lo que sacamos fuera y lo que queda dentro. Los seres
humanos tenemos una ventaja enorme al poder pensar, reflexionar y
razonar. Cada día de nuestra vida siempre tenemos algo en nuestra mente:
hoy por ejemplo tengo que hacer deporte y mas tarde los deberes.
Mantenemos la mente ocupada en nosotros mismos que no nos paramos a
pensar en los demás . Tenemos tiempo para algunas cosas y para otras no.
Vamos a intentar relajarnos y no llenarnos de cosas para no agobiarnos
tanto.
Comentarios
Publicar un comentario