Naturaleza

La hipótesis "Gaia" "diosa griega de la tierra" fue creada por el cintífico Lovelock en 1969 y nos dice que la tierra actúa como un sistema autorregulado que tiende al equilibrio,es decir la tierra se adapta y modifica sus condiciones químicas y físicas para así favorecer la biodiversidad,la vida en la tierra.Si nos paramos a reflexionar un poco sobre esta teoría,basada en hechos científicos, y la relacionamos con lo que sucede actualmente nos daremos cuenta de que cabe la posibilidad de que la tierra como sistema antirregulabre que es, pretenda acabar con algo que no favorece la biodiversidad y el desarrollo de la vida en la tierra, la especie humana.Durante millones de años la tierra ha ido modificandose a si misma , por actuación de los seres vivos, hasta dar lugar a algo donde las condiciones de vida de estos fueran óptimas, pero desde hace unos 195.000 años con la aparición del homosapiens todo eso ha cambiado.Los humanos hemos comenzado a abusar de la naturaleza a un ritmo insostenible sin ella poder adaptarse ni modificarse , solo destruirse.Su temperatura ha variado,sus habitats,su atmósfera...pero todos estos cambios no han sido para mejor a niveles mundiales,para el ser humano sí claro, pero no para la biodiversidad que ha descendido y no deja evolucionar ni desarrollarse a otras especies.Por todo esto no creo que fuera una locura que nuestro planeta pretenda acabar o al menos atemorizar y frenar algo que no tenía nada de beneficioso volviendo a tomar ella las riendas de todo el mecanismo,ese milagroso mecanismo que nos permite vivir y ser como somos hoy en día.
Imagen del coronavirus al microscopio.
Me he parado a pensar en como habrá surgido este virus y que tan impresionante es la naturaleza de poder crear cosas que pueden al ser humano de esta manera, y según vayan avanzando los años, pueda volver a pasar algo e incluso peor, sin tener ni la menor idea del porqué, de donde proviene todo, como de una sola persona puede afectar al mundo entero.

Un factor que se estaba viendo muy afectado por nuestra nueva forma de vivir era la naturaleza, que se estaba viendo muy afectada debido a la contaminación que producimos los seres humanos, pero gracias a esta pandemia que nos está haciendo quedarnos en casa estamos reduciendo las emisiones de polución a la atmosfera, y con esto la naturaleza está sufriendo menos, además en muchas ciudades del mundo se está reduciendo en un gran porcentaje la contaminación y la polución; en resumen, esta pandemia nos tiene que hacer cambiar un poco nuestra forma de vivir para no dañar tanto a la naturaleza en todo lo que esta engloba.

Ahora mismo, muchas especies diferentes de peces nadan en aguas limpias en Venezia. En Italia se comprueba que hay menos contaminación atmosférica, y en Alemania también mejora el aire. Se reduce la contaminación en toda Europa y en China (dónde comenzó este terrible virus),y las fábricas dejan de producir nubes contaminantes. Causa y efecto de la pandemia, el contagio del virus puede ser entendido como producto de la destrucción de ecosistemas que, poco a poco, muestran signos de recuperación, otra lección que deja la parálisis productiva y el aislamiento social.
Después de que esto acabe, espero que toda la sociedad se dé cuenta de una vez por todas de lo importante que es la naturaleza para nosotros y no podríamos vivir sin ella.


Llevamos once días encerrados, once días en que no hemos salido a la calle, me he preguntado que hemos hecho para merecer esto y pasado cinco minutos he encontrado miles de razones.
Cuando los primeros seres humanos pisaron este planeta era hermoso, y les proporcionaba lo que necesitaban para vivir y con ese pacto todos eran felices. Cuando evolucionamos, rompimos ese acuerdo y empezamos a aprovecharnos de ella.
Cambiamos los espacios naturales por fábricas, y la destruimos cada día que pasa ayudados la contaminación, por el calentamiento global, la desforestación y muchas otras razones.
No vimos las consecuencias, pero ahora ella se ha cansado de soportarnos y ha decidido expulsarnos como nosotros la expulsamos a ella.
 La ministra ha hablado y dice que volveremos a las aulas cerca de junio. Yo creía que serían un par de semanas o tres como mucho. En España ya hay más muertos que en China y el miedo se ha vuelto a apoderar de mí, ¿qué pasa si la siguiente es mi abuela?. Cada día pensamos: un día menos en casa, pero al final nos van añadiendo más y más días. La típica frase : ``no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes´´, nunca había sido más real. Daría todo por levantarme a las siete de la mañana coger el bus e ir a clase, con todos mis compañeros, volver a casa y comer con mi abuela. Lo estamos haciendo mal, los griegos ya temían a la naturaleza porque era muy poderosa. Nosotros en cambio hacemos lo que queremos con ella, la tratamos mal. ¿Es esto un merecido?Por lo menos estos días de aislamiento la contaminación ha disminuido, un rayo de luz en toda la tormenta.
DVD 994 (26 03 2020). Madrid. Coronavirus, Virus, covid 19. Hospital Severo Ochoa de Leganes donde el ejercito del aire monta guardia en las urgencias. © LUIS SEVILLANO.
Creo que sin duda toda esta situación del coronavirus nos está dejando muchas lecciones de las que debemos aprender. Una de ellas es claramente lo insignificante que es el ser humano en la Tierra y como la naturaleza es mucho más grandiosa que cualquier persona. Toda esta situación ha sido provocada por algo que no está considerado ni un ser vivo, y está dejando grandes estragos tanto social como económicamente. Por lo general, en la actualidad, nos creemos los reyes del mundo y que todo gira a nuestro alrededor. Además de que nos aprovechamos de la Tierra al máximo que podemos.
En estas situaciones nos damos cuenta de que todo el poderío que cree tener el ser humano se queda en eso, en un simple pensamiento. Esto sucede porque pensamos que somos más fuertes que cualquier animal o especie, pero ya ha quedado demostrado que simplemente somos una especie más en la Tierra y que no tenemos más importancia que esa.
En nuestra rutina solemos dedicarle tiempo al trabajo que tenemos que hacer, a estudiar, a realizar distintas actividades de ocio, entre otras. Sin embargo, la mayoría de personas le dedicamos muy poquito tiempo a nuestros familiares,  porque viven lejos o porque al tenerlos siempre en en casa o cerca de nosotros, no les damos la suficiente importancia.
Durante estos días en los que estamos confinados, estamos pasando el triple de tiempo con estas personas. Llegas a darte cuenta de lo importantes que son y del miedo que te produce el saber que tienen que salir a trabajar o comprar. Temes por tus abuelos, los cuales viven solos y tienen un mayor riesgo que los demás y te arrepientes de haberte quedado en tu casa haciendo otras actividades en lugar de ir a verlos. Te acuerdas de aquellos amigos que tantos recuerdos te han dado y a los cuales echas mucho de menos.
Puede que después de esta cuarentena jamás volvamos a ser los mismos, pues valoraremos aún más el poder salir a la calle o dar una vuelta con tus amigos.

 El ser humano cree ser un Dios en la Tierra. Mira a todos los demás seres vivos como recursos para saciar sus necesidades y caprichos. De igual manera, maltrata a la naturaleza, la explota hasta tal punto que ésta está empezando a desfallecer. Hay miles de pruebas de esto y es un hecho que se puede ver en el día a día. Ahora, parece que la naturaleza nos está pagando con la misma moneda: un virus que atenta contra nuestro modo de vida y contra ella misma. Pero, ¿qué pensaríamos si acaso fuésemos, por ejemplo, delfines en vez de humanos?¿No estaríamos felices de lo que está sucediendo? Ahora que el mundo está parado, la contaminación del mar ha disminuido, así como la del aire.
Siempre vemos las cosas desde nuestra perspectiva, tenemos muy claro quienes son los buenos y quienes son los malos. Pero si miramos hacia nuestro planeta desde un punto de vista más alejado, como el de alguien que no sea de la Tierra, nos daríamos cuenta de que quien más daño hace somos nosotros. Todos estamos de acuerdo en que el coronavirus es algo negativo, pero al final lo que está haciendo no es más que lo que sabe y necesita hacer, expandirse. ¿No es eso lo que hacemos los humanos? Si necesitamos talar un bosque entero para construir una autovía, ¿acaso no lo hacemos? La diferencia es que nosotros jugamos con mucha ventaja. Los árboles que van a ser talados no pueden protestar ni hacer nada para protegerse. ¿No somos nosotros como un virus, pero mucho peor? Porque sabemos que al cabo de unos meses podremos controlar la enfermedad. Pero, ¿quién nos controlará a nosotros? ¿Quién impedirá que acabemos con nuestro mundo?

Con todo esto no quiero decir que me guste lo que está pasando. Aunque puede que sea justo lo que nos está sucediendo, nunca he compartido el “ojo por ojo, diente por diente”. Pero habría que replantearse muchas de nuestras acciones. Tenemos desde ya que empezar a mirar a la Tierra y a todo lo que habita en ella como un tesoro de incalculable valor, porque eso es lo que es. Y a todo esto se suma algo que sabemos y de lo que no podemos huir: si nuestro planeta muere, nosotros lo hacemos con él.


Yo pienso que estamos dándonos cuenta de los que sentían aquellas personas que estudiaban la naturaleza ya que para ellos todo era impredecible porque necesitaban ver investigar todo sin saber si se iba a repetir o no aquellos sucesos que observaban, además no sabían cuánto tiempo iban a tardar el volver a suceder. Yo pienso que ahora le hemos cogido miedo a la naturaleza ya que el virus que ha provocado este confinamiento es impredecible, es decir, en cualquier momento se puede volver más agresivo y acabar con nosotros. También tenemos miedo de la naturaleza porque formamos parte de ella y además del virus nosotros somos el mayor peligro ya que somos muy impredecibles.

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