Primer día de interiores

...cuando el coronavirus empezó no le di mucha importancia, yo pensaba que se quedaría en un pequeño virus dentro de los países asiáticos, pero hace una semana ya me di cuenta de que era mucho más grave de lo que yo pensaba, y de que habría que tomar medidas al respecto si queríamos acabar con este virus, pues ahora mismo está expandido por toda Europa y ha dejado de ser un simple virus y se ha convertido en una pandemia a nivel mundial, y está afectando a toda la sociedad a nivel social y económico.

 Esta crisis creo que a todos nos va a venir bien, quizá el ser humano no es tan intocable como parecía y un virus ha sido capaz de paralizar a gran parte del mundo occidental y de hacer temblar las economías más fuertes del planeta, ahora todos los que hemos salido a la calle siempre pensandonos que eramos los reyes del mundo salimos de casa con miedo de lo que nos pueda pasar de que el más mínimo contacto haga que podamos hacer enfermar a nuestras familias y que derive en algo que ninguno quiere.

Toda esta situación resulta un poco ajena y distante para mi como paraa muchas otras personas debido a las comunicaciones que existen entre nosotros, las constantes distracciones que tenemos con cualquier actividad (series, películas, "chorra"...), esto suaviza nuestra estancia en la cuarentena porque llevamos un estilo de vida más o menos similar al que llevábamos antes de que se produjese. Creo que esto va a producir cierto aumento de la individualidad de las personas en cualquier ámbito (como siempre comentamos en clase), pero todas esas distracciones en algún momento cesarán, y las personas comenzarán a procesar y autoconvencerse de que su realidad es tan solo suya, no la de la humanidad que está sufriendo el virus, sino la suya propia que no puede salir de casa porque se lo han impuesto, porque viven recluidos. Y claro todo esto se produce y se producirá ya que estas personas son ``inmunes´´ al virus y les concede gran indiferencia.

Me sorprende bastante alguna gente saliendo estos días a la calle con los amigos sin preocuparse por la salud de los demás y no solo eso sino que ademas critican las medidas del gobierno y se quejan diciendo que son excesivas cuando a mi me parecen escasas lo que pasa es que se hace duro estar en casa sin poder salir con los amigos y sin socializar y encima si no tienes perro no puedes salir a ningún lado pero hay que entender que es por nuestro propio bien y sobretodo por las personas mayores.

Lo sorprendente es como hay gente tan poco solidaria y otra tan solidaria y como esa gente poco solidaria y que es la que menos aporta de su parte luego es la que mas exige.

No cabe ninguna duda de que el tiempo que nos acontece es un hecho histórico. El presente quedará marcado en los escritos venideros y en un futuro, se producirán recordatorios, centenarios y se explicarán las causas y las consecuencias (que, entonces, se conocerán).  Pero precisamente ahora, cuando el presente sigue siendo incierto, estamos esperando esas consecuencias que todavía no se han dado. Consecuencia políticas, económicas, culturales y, de las que ahora nos conciernen, las consecuencias históricas.
La sociedad tal y como la conocíamos hasta hace 3 días, ya no existirá y, es que, esta situación excepcional y única dejará su huella en la historia. Las generaciones que estamos viviendo esta cuarentena, seremos estudiadas en un futuro. Se hablará del origen del virus, de la precipitación de las decisiones gubernamentales, de la histeria colectiva y de la mofa burlesca en redes sociales.
Quizás no somos capaces de darnos cuenta, pero estamos haciendo historia. Es cierto que la historia trascurre día a día, pero la rutina no genera un punto de inflexión en el desarrollo social. Por eso, esta salida de lo rutinario y casual, es, en sí misma, historia del mundo contemporáneo.